martes, 29 de marzo de 2011

DOCUMENTOS PARA EL DEBATE...

¿POR QUÉ DEBE SER DESTRUIDO EL ESTADO CAPITALISTA?


¿Acaso puede edificarse el Estado Socialista sobre las bases que sustentan al viejo Estado capitalista? Impensable! El Estado capitalista está cimentado sobre bases o Relaciones de Producción de carácter explotador; el Estado Socialista en cambio requiere bases o Relaciones de Producción acordes con su lógica o racionalidad; vale decir, Relaciones de Producción de carácter solidario y cooperativo.

Histórica y racionalmente, el Estado capitalista está condenado al hundimiento total: las Relaciones de Producción (de carácter explotador) que le sustentan, se encuentran en franca y abierta contradicción con las Fuerzas Productivas, a las que han aprisionado en sus caducos moldes desde hace ya bastante tiempo, convirtiéndose en traba para su desarrollo; de allí que dichas Fuerzas Productivas exijan, pidan a grito un nuevo marco; nuevas Relaciones de Producción.

Ahora, el hundimiento en cuestión solo puede llevarse a cabo mediante una Revolución social. Revolución que debe plantearse: la destrucción del viejo Estado, garante de los intereses de una minoría, la burguesía parasitaria; y el establecimiento del Estado Socialista, a la medida de los intereses de las grandes mayorías, los trabajadores. Porque aunque los ideólogos de esa burguesía se valgan de todo tipo de sofismas y eufemismos para hacernos creer que ese Estado (capitalista) representa los intereses de toda la sociedad, la práctica y la historia confirman lo contrario: todo Estado -y el Estado capitalista no es la excepción- representa, con carácter de exclusividad, los intereses de la clase dominante; así, como el Estado capitalista representa hoy día los intereses de la burguesía, el Estado esclavista representó ayer los intereses de los esclavistas…

Que quede claro, si la clase obrera y demás masas explotadas desean liberarse de los garfios de la burguesía parasitaria deben luchar (guiados por su Vanguardia revolucionaria) hasta tomar el control de la sociedad; hasta establecerse en el poder; y crear un Estado a la medida de sus intereses: el Estado Socialista. No sin antes barrer, “destruir”, el viejo Estado capitalista. Como lo sugirió Marx, luego de la experiencia extraída de la Comuna de Paris: “…La clase obrera debe destruir, romper, la máquina Estatal existente y no limitarse simplemente a apoderarse de ella”: tomarla como el galardón obtenido luego de la victoria, la toma del poder político; de lo que se trata es de destruir, volver añicos esa vieja máquina.

Ahora, “destruir” el viejo Estado capitalista implica destruir su andamiaje: fundamentalmente su aparato militar…, pero también su Derecho, su política, su moral; y su religión: opio de los pueblos. Veamos porque: el aparato militar aunque albergue en su seno militares de decoro y pundonor constituye la columna vertebral de ese Estado. Consecuentemente, está llamado a salvaguardarle...

Sí, ese aparato militar está llamado a preservar el actual orden capitalista, lo cual queda de manifiesto cuando se erige en garante del Derecho vigente: la Constitución Bolivariana y demás leyes de la República; con el agravante de que tanto la mentada Constitución como el resto de las Leyes venezolanas garantizan plenamente la “Propiedad Privada capitalista”; garantizan que las condiciones materiales de producción: los Fundamentales Medios de Producción, sigan estando en manos de los que no trabajan, los chulos capitalistas. A quienes los trabajadores se ven obligados a vender su Fuerza de trabajo para poder sobrevivir. Para confirmarlo vayamos directo al artículo 115 de la mismísima Constitución Bolivariana: “Se garantiza el derecho a la Propiedad…”. ¿De todo tipo de Propiedad, incluyendo la Propiedad capitalista? Sí, al no establecer deslinde entre una y otra Propiedad, es obvio que las garantiza todas. Incluyendo, como ya dijimos, la mismísima Propiedad capitalista: base de la Dictadura del capital sobre el Trabajo, de la explotación del hombre por el hombre; de la esclavitud asalariada.

Si en verdad estamos dispuestos a lanzarnos a la Revolución debemos desechar toda ilusión y hacernos de una cultura revolucionaria eficaz: articulando, dialécticamente, nuestras raíces, nuestra cultura, nuestras tradiciones patrias y libertarias con lo mejor de la cultura humana universal: la sociología científica de Marx, Engels y Lenin... En ese sentido, considero: el Estado y la Revolución de Lenin debe erigirse en el libro de cabecera de todos los explotados del mundo; es el libro que todo auténtico revolucionario debe leer, releer al tiempo que compartir con las masas; discutirlo y debatirlo con ellas... De él aprenderemos cómo opera la abolición de los Estados: capitalista y Socialista, el primero ha de ser “Destruido”, mediante una revolución social; en tanto que el segundo se “Extinguirá”, más bien se esfumará en sus propias funciones. También aprenderemos que: cuando la clase obrera y demás masas explotadas toman el poder político deben ejercer su hegemonía de clase: “la Dictadura del Proletariado”, para impedir que la otrora clase dominante comience a conspirar: rearmarse hasta acumular las fuerzas que le permitan derribar la revolución triunfante. Acto seguido deben aplicar cuatro medidas: 1°) Abolir el viejo aparato militar y policial y sustituirlo por el pueblo en armas, 2°) Equiparar los salarios de todos los funcionarios al salario de un obrero calificado, 3°) Establecer la elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos en todo momento y 4°) Rotar las funciones gubernamentales; dice Lenin que cuando todos hacen de burócratas nadie se convierte en burócrata… Medidas éstas que deben ir acompañadas con la Socialización de los Fundamentales Medios de Producción: expropiando a los expropiadores

En el Socialismo está el futuro de la humanidad o no habrá futuro para la misma; el Socialismo constituye la única garantía de que el género humano entre con vida al siglo XXII.

Prof. Juan Manuel Sivira


RUMBO AL ESTADO COMUNAL


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