viernes, 5 de agosto de 2011

A PROPOSITO DEL IMPERIO



EL ASALTO AL MUNDO Y LA GUERRA GLOBAL PERMANENTE
Lunes, 01 de Agosto de 2011
Revista Insurrección N° 279

Con las crisis inmobiliarias, financieras, bursátiles e industriales, que se desencadenan desde mediados del 2007, se configura una crisis sistémica del capitalismo, en su etapa neoliberal, que ha afectado principalmente a los países industrializados de la triada imperialista de Norteamérica, Europa y Japón, que todavía no ha tocado fondo y que mantiene una situación de incertidumbre, al no poder conseguir las alternativas que le vuelvan a dar estabilidad a la reproducción del capital mundial.


Esta crisis económica, se agrava por la confluencia de otras crisis estructurales, como la energética, alimentaria, ambiental, urbana, cultural y ética, que llevan al planteamiento que estamos frente a una crisis de la civilización burguesa. Hoy el imperialismo norteamericano no tiene la hegemonía absoluta que tuvo después de la Segunda Guerra Mundial.

Frente a estos nuevos fenómenos, ha surgido un serio debate sobre la debilidad y/o decadencia del sistema imperialista y en especial, sobre la pérdida de la hegemonía norteamericana.

Lo cierto es que, ante las dificultades económicas y las disputas políticas y diplomáticas, el imperialismo no está herido de muerte, pero ha tenido que mantener su dominación mundial, centrados en el uso desmedido de la fuerza de su descomunal aparato militar.

La principal fortaleza del Imperialismo es su inigualable fuerza militar y con ella intenta recomponer su hegemonía, a través de la guerra. Pero ya no es el enfrentamiento entre los países imperialistas, sino que éstos se alían contra los países que poseen las principales materias primas.

Ya se han publicado las evidencias técnicas que demuestran que las Torres Gemelas de New York, no se cayeron por el choque de los aviones, sino que fueron implosionadas por cargas explosivas colocadas previamente. Así, los atentados del 11 de septiembre de 2001, no fueron actos terroristas del islamismo, sino un complot del Pentágono, para justificar la declaración de guerra contra el mundo.

Luego se vinieron las invasiones contra Afganistán e Irak, se posicionan tropas imperialistas en Pakistán, se adecuan los preparativos contra Irán y se ubica como objetivos militares a Libia, Siria, Líbano y Sudán. Todas estas operaciones guerreristas, de acuerdo a los intereses geopolíticos del sionismo, quienes controlan el sistema financiero y el complejo industrial militar de EEUU y definen buena parte de las políticas norteamericanas.

El resultado de una década de asaltos militares ha posicionado a EE.UU. en Asia y el Medio Oriente y consolida sus bases en África.

El despliegue de la OTAN

La OTAN ha sido un instrumento creado por el Pentágono, funcional al escenario mundial de la “guerra fría”. En principio, se constituyó para proteger a Europa contra la “amenaza soviética”. Desaparecida la URSS, la OTAN debería desaparecer también. Sucedió todo lo contrario. Nuevos enemigos fueron creados, para que los habitantes de los Estados Unidos y de los países europeos aceptaran la continuidad de esta imbatible arma del gran capital.

El bombardeo de Bosnia en 1995 y luego el de Yugoslavia en 1999 establecieron un nuevo modelo de intervención. Desde inicios del siglo XXI la OTAN participa en la guerra de ocupación de Afganistán y ahora en 2011, la OTAN es la fuerza de agresión a Libia. La OTAN poco a poco se ha transformado en el nuevo mecanismo de intervención yanqui.

Africom

El continente africano lo convirtieron en un botín de recursos energéticos, naturales y mineros estratégicos para el funcionamiento del capitalismo global, del cual todas las potencias imperiales se han lucrado con su expoliación, desde hace siglos. En esta nueva era de independencia e integración del Continente Negro, los EEUU, dentro de su estrategia de control de los recursos estratégicos, en su asalto al mundo, dispone tener una mayor presencia militar.

Es por ello que el 1º de octubre de 2008, creó el “Africom” (Africa Comand), con el cual todo el continente africano, menos Egipto, quedó bajo un único comando USA, que agrupa a la US Army, US Navy, la US Air Force, los marines y las ‘operaciones especiales’ (desembarcos, golpes de estado, acciones clandestinas). El AFRICOM está muy activo con programas de capacitación, adiestramientos y ejercicios militares. Ningún país del África aceptó ser sede. Actualmente opera desde Alemania.

Así mismo, África es considerada “el laboratorio para la Fuerza de Respuesta de la OTAN de 25.000 efectivos, diseñada para ser desplegada dentro de un periodo de cinco días en cualquier parte del mundo y mantener operaciones, incluyendo misiones de combate, hasta por seis meses. En otras palabras, es la primera fuerza militar de choque internacional del mundo”[1]. El bombardeo a Libia es el anticipo de la llegada de estos efectivos.

Una nueva declaración de guerra al mundo

El Congreso estadounidense acaba de proponer la “Ley de Defensa Nacional (NDAA) del Año Fiscal de 2012”, una nueva declaración de guerra que autoriza el empleo de fuerzas armadas de EE.UU. en un conflicto sin fin, sin límites y sin un claro enemigo. Para los yanquis sus intereses nacionales están en cualquier parte del mundo.

Después del supuesto o real asesinato de Bin Laden, Estados Unidos reeditó la declaración de guerra que se aprobó el 18 de septiembre del 2001, que identificaba “el terrorismo” y Al-Qaida (caracterizada como una red global) como sus enemigos. Ahora Estados Unidos expande los límites geográficos, políticos y temporales del conflicto, transformándolo en una Guerra Global Permanente.

El texto propuesto no menciona un daño específico, como el ataque del 11 de septiembre, o una amenaza específica para el país. Se sostiene que Estados Unidos está en guerra dondequiera que haya sospechosos de terrorismo, independientemente de si existe un peligro real.

La Unión de Derechos Cívicos de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) ha denunciado que “el Congreso delega en el Presidente poderes absolutos para hacer la guerra, con una amplitud sin precedentes, que lo autorizan a ordenar el uso de la fuerza militar, independientemente de ataques concretos o potenciales contra los Estados Unidos.”

Declaración de la Ciberguerra

En julio, el Departamento de Defensa (DOD) de Estados Unidos anunció un amplio plan de ciber-seguridad en el que declara al Internet como un dominio de guerra. Al igual que la tierra, el aire y el agua son considerados posibles y legítimos campos de batalla, también lo será el Internet.

La nueva ciber-estrategia, dirigido por el Comando Cibernético del Pentágono, autoriza el uso de la fuerza física para responder a un ataque a través de las redes de Internet.

Militarización de Nuestramérica

Desde el inicio del Plan Colombia (1999), el imperialismo norteamericano ha venido aplicando una nueva modalidad de control hegemónico, reposicionándose militarmente de forma paulatina hasta reconstruir una plataforma que le permitiese desplegar su contraofensiva continental.

Dicho reposicionamiento militar se aceleró marcadamente entre el 2008 y el 2010: una vez constituido el nuevo andamiaje contrainsurgente, se despliega la ofensiva con una secuencia intensa de agresiones a nivel continental:

• El bombardeo del campamento de las FARC en territorio ecuatoriano donde cayó el comandante Raúl Reyes. (marzo 2008)
• La reactivación de la IV Flota (julio 2008)
• El intento separatista (fallido) por parte de la oligarquía en Bolivia seguido por el intento (derrotado) de golpe (octubre-diciembre 2008)
• La firma del acuerdo (espurio por inconstitucional) de las 7 nuevas bases estadounidenses en Colombia, remplazando la base de Manta, que el pueblo de Ecuador reclamó (octubre 2009)
• El golpe de Estado en Honduras (junio 2009)
• El acuerdo firmado entre Panamá y EE.UU que permite la creación de al menos 4 nuevas bases militares yanquis en Panamá (diciembre 2009)
• La nueva invasión de Haití, aprovechando el terremoto, ubicando a 22.500 efectivos norteamericanos en la isla (febrero 2010)
• El acuerdo entre EE.UU y Costa Rica que autorizó la entrada de 7 mil marines en Costa Rica (julio 2010)
• El intento fallido de golpe de Estado en Ecuador (octubre 2010).

En esta secuencia de agresiones, se destaca el golpe de Estado en Honduras del 2009, que marca un momento decisivo en la ofensiva política del imperialismo. Siendo el eslabón más débil de la ALBA, Honduras resultó ser el país más propicio para iniciar el asalto. Desde entonces, el territorio político y geográfico de la ALBA quedó afectado, la recomposición política de las derechas regionales se aceleró y el continente entró en una nueva fase de disputa.

Nuevas lógicas de guerra y dominación
De acuerdo a la investigadora Ana Esther Ceceña (2010) del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, presenciamos en el mundo la puesta en marcha de una “revolución en asuntos militares”, que no es otra cosa que la adaptación del imperialismo norteamericano “a las nuevas condiciones de la lucha de clases a nivel mundial.” Esta nueva visión del Pentágono incluye la sustitución de las grandes bases militares por bases de operación más pequeñas (las FOL), que tejen entre sí una red de amplia cobertura continental, donde lo importante no es estar presentes, sino llegar rápido.

Pero la dominación (en esta nueva concepción) no se limita a asuntos estrictamente militares sino que la contempla desde una perspectiva integral, una “dominación de espectro completo”, doctrina que subyace en el documento Joint Vision 2020, publicado en 1998 y que sintetiza la visión estratégica de la cúpula de poder de Estados Unidos. Esta nueva estrategia contempla la recomposición de la hegemonía imperialista en el mundo como la combinación de acciones militares, económicas, mediáticas y culturales.

El asalto al mundo avanza. La militarización acompaña el modelo de acumulación capitalista basada en la extracción y saqueo de recursos estratégicos.

Ahora les corresponde nuevamente a los pueblos, radicalizar su pensamiento y su accionar, confrontar directamente el modelo de saqueo imperialista y defenderse con todos los medios a su alcance, como lo viene demostrando la resistencia en Irak, Palestina, Libia y por supuesto, las guerrillas colombianas.
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[1] África, un campo de batalla para el concepto estratégico del siglo XXI de la OTAN


RUMBO AL ESTADO COMUNAL

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